Hace menos de un día que terminé de leer este clásico de la literatura, antes había escuchado de su influencia para con los artistas de diferentes géneros, ya sea escritores, cineastas, incluso la banda que me fascina es y ha sido influenciada por este libro. Pues bien, después de tanto y tanto leer sobre su influencia un día lo busqué y compré, pero como suele pasarme en estos últimos tiempos, lo dejé empolvándose, hasta que por fin me digné, después de mucho, mucho, sí; mucho, tiempo leer.
¿Qué decir de esta obra maestra? ¿Ya lo dije todo? Pues me ha dejado con un vacío existencial, a mí, nada menos, a la que nada le afecta, o eso es lo que cree el mundo... Pero el creador de esta obra, hace mucho que ya dejó este mundo, si estuviera siquiera vivo, le mandaría un e-mail, con miles de preguntas al respecto, pero no se puede, sólo me queda decirte a ti, que me lees, que, si sufres de depresión, este libro no es para ti.
1984 mantuvo constantemente mi atención, no tiene huecos ni rellenos, como suele pasar a menudo, y más hoy en día, es, como dije una obra de arte. La narrativa te introduce y te hace sentir como el personaje principal, si eres fuerte de espíritu disfrutarás del mundo orweliano.
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